25 sept 2010

El Cubano Libre, periódico emblemático de la insurrección cubana

El Cubano Libre fue un instrumento clave de la insurrección cubana contra España. Dirigido inicialmente por Antonio Maceo que pronto le encomendó esa tarea a su lugarteniente M ariano Corona. Las tropas españolas no lograron descubrir dónde se imprimía. El periódico se distribuía gratuitamente a las fuerzas insurrectas cubanas y desempeño un importante papel de aglutinador.



Datos sobre El Cubano Libre:


Según Phoner 10/68
Se publicaba en Oriente bajo la dirección de Antonio Maceo. Fue visitado por un periodista americano que escribió: Debe ser extremadamente embarazoso para los españoles recibir con regularidad un periódico bien publicado con doce anchas columnas de noticias y un editorial de párrafos llenos de ácida reconvención contra España, e impreso en un territorio que España todavía dice tener bajo su dominio.

Una y otra vez los españoles han enviado tropas a las cercanías de los campos donde este periódico se supone que es impreso y otras tantas han vuelto a su punto de partida con las filas disminuidas y sin haber silenciado la más poderosa voz de los campos cubanos, la voz que viene desde las montañas de Cayo del Rey. El periódico circula gratis entre las filas del ejército insurrecto. Se ha convertido en una institución que hace mucho para elevar el espíritu de los soldados de la manigua, los insurrectos cubanos.

Está enseñando a las mujeres, a los niños y a los analfabetos a leer, los cuales no han tenido esa oportunidad bajo el desescolarizado dominio español.

José Miró escribe de él:
Es de mencionarse en este lugar la fundación de "El Cubano Libre", periódico que se editó en la anterior campaña bajo los auspicios de Céspedes, el caudillo de Yara. Sabedor el general Maceo de que en terrenos de Nipe existía una imprenta, ordenó al Brigadier Feria que marchara a incautarse de ella, operación que se llevó a cabo con éxito y reapareció "El Cubano Libre" en los campos de la lucha, como órgano de los revolucionarios en Oriente. Maceo encomendó la dirección del periódico a uno de sus ayudantes, Mariano Corona, el mismo que hoy lo dirige en la ciudad de Santiago, y nombró regente y jefe de los talleres a José Heredia. El primer número vio la luz el 3 de Agosto de 1895, y sin interrupción siguió editándose en la manigua hasta que terminó la guerra.


Tomado de la jiribilla
Ariel Lemes Batista | Santa Clara
El Titán de Bronce designa al destacado periodista Mariano Corona Ferrer para que dirija el rotativo. Con alto sentido patriótico, El Cubano Libre alza su voz por los ideales independentista de los criollos y critica la política que lleva a cabo España contra nuestro país.

Tras instaurarse la República Neocolonial, prosigue su edición, pero desde Santiago de Cuba. Varios periodistas se ponen al frente del órgano noticioso. Entre ellos se encuentran el doctor Ramón Correa y Desiderio y Daniel Fajardo Ortiz.

El 30 de abril de 1898, en Bayamo, saca un suplemento que reseña: «Hace cerca de treinta años que este pueblo heroico, cuna de libertadores cubanos, enarboló la bandera de la rebelión, retando al déspota en la lucha.

El esfuerzo de aquella generación de valientes que en Yara disparaban los primeros tiros, no pudo ser coronada por el éxito, y ofreció a los ojos de la codicia ibera el espectáculo aterrador de un gigantesco incendio, como protesta desesperada e inquebrantable resolución de ser libres o perecer en la contienda.

En aquellos días memorables en que a los gritos de Cuba Libre hacía coro al ruidoso detonar de los cañones españoles; en aquellas horas en que el enemigo rendido a discreción abrió las puertas de Bayamo a los patriotas, vio la luz el primer número de El Cubano Libre, anunciando la victoria obtenida y llamando a la juventud resoluta para que esgrimiese el arma libertadora en defensa de una causa honrosa (...)

En momentos tan solemnes para las familias cubanas y en los que evocan recuerdos tan memorables, en días tan gloriosos para el Ejército Libertador, El Cubano Libre se dispone nuevamente a contribuir con su humilde concurso al entusiasmo general y publica este Suplemento en el mismo pueblo, donde hace treinta años se imprimió su primer número».

Así, un periódico evoca al otro: el fundado por Maceo y el fundado por el Padre de la Patria.

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